
La secuenciación genética de próxima generación implicará producir un tipo de medicamento para cada persona
Actualmente se producen medicinas por toneladas, con las mismas propiedades, pero las enfermedades contra las cuales se aplica no tienen las mismas características.
Un mismo virus, una bacteria, un tumor, generan síntomas y afecciones diferentes porque los pacientes tienen diversa edad, viven diferentes en climas, tienen antecedentes alimenticios distintos o, principalmente, tienen un componente genético único.
Ya desde la antigüedad se sabía que el arte de la medicina consistía en conocer las particularidades de cada paciente. Aristóteles dijo en La Metafísica que el buen médico no cura al “hombre” en general, sino a Calias o a Sócrates. Y es que los términos “el hombre” como descriptor del género humano son insuficientes en cuestiones prácticas como la medicina, porque en la realidad sólo existen individuos, mujeres o varones, y precisamente lo que constituye al individuo son sus diferencias.
El problema es que hasta ahora no se ha podido hacer ciencia de lo particular, casi por definición, la ciencia sólo describe lo universal, recoge únicamente las características que están presentes en todas las personas, y obvia lo peculiar y privativo.
La nueva ciencia de lo particular
Afortunadamente, la secuenciación de próxima generación (NGS, por sus siglas en inglés), está logrando lo que podríamos llamar “ciencia de lo particular”. Con ello se avanza hacia la medicina personalizada, lo cual es posible mediante la unión entre biología e informática, logrando realizar millones de secuencias del ADN en muy corto tiempo.
En marzo 2020, una nota de prensa de la Universidad de Salamanca informó el inicio del Programa Erasmus+ “NGS Establishment in Multidisciplinary Healthcare Education SYStem (Nemhesys)”, proyecto liderado por el profesor Jesús M. Hernández Rivas, que busca capacitar a un equipo de científicos para impulsar la NGS. El programa ya cuenta con un presupuesto de 829.290 €, y trabajan científicos de varias universidades europeas.
El trabajo conjunto aspira a “abordar actividades que permitan fomentar la innovación en la educación superior y la empresa, desarrollar la mentalidad y las habilidades empresariales e impulsar el flujo y el intercambio de conocimientos entre la educación superior y la empresa”, indica el informe.
Con dicha información los tratamientos serán personalizados, se tendrá en cuenta factores genéticos, demográficos, sociales, etc., de los pacientes. El éxito de los tratamientos aumentará notablemente, incluso se podría fabricar medicamentos a medida, luego de ingresar a la página web de un laboratorio, hacer la composición y ordenar una especie de “impresión en 3D” de una pastilla.
Los efectos secundarios se reducirán al mínimo. Incluso los mismos tratamientos disminuirán, puesto que la medicina será más preventiva que reactiva.